jueves, 1 de abril de 2010

ARTICULOS ALUMNOS CEUPS/LETRAS

Curso: Comunicación para el Desarrollo
Facultad de Letras y Ciencias Humanas. Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Profesora: Mg. Gina Gogin
Alumna: Anni Diana Paredes Malca
2da tarea académica, lectura: “Comunicación para el cambio social: el nuevo comunicador”





La intervención de un profesional de la Facultad de Ciencias de la Comunicación –y en particular la intervención de un profesional de la especialidad de Comunicación para el Desarrollo- en la producción de los cambios y las transformaciones sociales se vincula en efecto –tal como lo señala Alfonso Gumucio Dragón en su artículo- con sus saberes y experiencias en temas de desarrollo, una especial sensibilidad para involucrar a las comunidades y el conocimiento de las herramientas y tecnologías de la comunicación. En los siguientes párrafos intentaré generar algunas reflexiones en relación a cada uno de estos componentes.

1. Desde mi experiencia profesional, he comprobado la importancia de tener conocimiento sobre las perspectivas y teorías referidas al desarrollo. Un comunicador, no sólo debe remitirse a adquirir capacidades y destrezas para la elaboración de estrategias de comunicación que apunten a un cambio de actitud y comportamiento sino también, contribuir y asegurar el sólido planteamiento de un objetivo de desarrollo. Sobre este punto, cabe destacar que el enfoque de desarrollo que se impregne en los programas o proyectos en los que el comunicador se involucre responderá a las concepciones del grupo humano a los que se dirijan las acciones y no a las preconcepciones adquiridas por los profesionales involucrados.

2. El segundo componente con el que se vincula el quehacer del profesional de la Comunicación es claro la promoción de la participación de los grupos humanos involucrados sobre las propuestas de cambio. Suele suceder, -como lo señala también Gumucio- que muchas de las Organismos de Cooperación u ONG´s no consideran a un comunicador que pueda llevar a cabo estas funciones sino más bien suelen recargar estas funciones en participación comunitaria a diferentes especialistas (por ejemplo, en proyectos de desarrollo en zonas con actividades extractivas se suele entregar este tipo de tareas a un ingeniero o un sociólogo). Considero que, para hacer frente a este problemática, es fundamental posicionar el rol del comunicador como promotor de la participación comunitaria en el marco de los proyectos de desarrollo y hasta la generación de políticas públicas, fin esta última de toda intervención de cambio o transformación social.

3. Un comunicador debe entender que el objetivo del quehacer profesional no está en la realización de un producto o recurso comunicacional sino en el desarrollo de los procesos de comunicación en los que se hacen posible la participación, involucramiento y compromiso de los actores involucrados con la iniciativa de cambio. Es en este proceso en el que el comunicador, tendrá que ir tejiendo relaciones, fomentando el reconocimiento entre unos y otros, generando confianza entre los actores, promoviendo la participación activa y comprometida para con la suma de todos estos elementos pueda hacerse efectiva la meta del desarrollo sostenible.

29 de enero, 2010.

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