La Relación entre la Comunicación para el Desarrollo y las Relaciones Comunitarias
Diana Rodríguez López
Comunicadora para el Desarrollo
Curso: Relaciones Comunitarias y Metodologías Participativas – UNMSM
Profesora: Mag. Gina Gogin
Hoy en día, el término de Relaciones Comunitarias se escucha constantemente, principalmente en el ámbito de las operaciones en minería o hidrocarburos, es decir, en las zonas donde las operaciones de este tipo influyen directamente en la vida de las poblaciones aledañas, en sus costumbres, recursos, medio ambiente y economía. Pero, ¿a qué se refiere el término de relaciones comunitarias?
De acuerdo a la exposición brindada por el ingeniero Lucio Ríos, las Relaciones Comunitarias (RRCC) son una herramienta que inicia un proceso de gestión social en el cual intervienen directamente la empresa y la sociedad civil, conformada en gran parte por la comunidad que vive en la zona de influencia de las operaciones de la empresa. Las Relaciones Comunitarias forma parte de la Responsabilidad Social de la empresa, que toma en cuenta tres factores: el valor económico, el valor social y el valor ambiental. Y son justamente las estrategias y actividades de RRCC las que buscan tener un impacto sostenible y viable en estos 3 factores.
Las RRCC de una empresa se dirigen a establecer una relación de confianza mutua y participación entre sus funcionarios y la comunidad. Para ello, es imprescindible la comunicación, que es diferente a una mera información. Estamos hablando, específicamente, de la Comunicación para el Desarrollo, una comunicación que parta desde y para la participación de la población en la generación del conocimiento y la toma de decisiones. Una comunicación que establezca como herramienta principal de generación de capacidades el diálogo, una comunicación horizontal en la que empresa y comunidad establezcan objetivos y acciones para su mutuo beneficio, una comunicación que genere capacidades en la población y busque un desarrollo sostenible de su comunidad.
La utilización de la comunicación como medio principal e indispensable para el desarrollo nos plantea la inclusión de diferentes estrategias y medios para la participación de todos los actores involucrados. Es así como se dan, y muy claramente en el ámbito de las RRCC, la inserción de profesionales de la comunicación y las ciencias sociales en el estudio de la comunidad, la elaboración y conceptualización de estrategias a partir de la realidad social en la que se encuentran, los procesos formales de diálogo y concertación con la comunidad, etc. La comunidad ya no es más un público al que hay que tenerlo “tranquilo” para que no genere conflictos, es ahora un foco generador de conocimientos y cooperación, que a mediano y largo plazo, generará también utilidades significativas para la empresa.
Pero la comunicación es también un fin del desarrollo, pues este busca generar las oportunidades, capacidades y medios adecuados para la participación de las poblaciones en las políticas que conciernan a su propio desarrollo. La generación de capacidades autosostenibles no puede pasar por alto el desarrollo de una comunicación horizontal, abierta e incluyente para todos los sectores de la sociedad. Sólo así la persona será realmente ciudadano, se sentirá parte de una comunidad y utilizará todos sus derechos y recursos para la generación de su bienestar y el de su entorno.
Finalmente, la gestión de las relaciones comunitarias es una de las herramientas de la gestión social que busca obtener el tan ansiado “Capital Social”, que no es más que la riqueza que tiene una empresa con la aceptación y compromiso de la sociedad, basados en la confianza mutua entre la empresa y sus stakeholders, generadora de un cambio de actitud y un comportamiento que propicie la convivencia, la confianza, la ciudadanía y democracia, y por ende el desarrollo sostenible.
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